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Obesidad oculta: por qué controlar los kilos no previene el exceso de peso a futuro

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Recientes investigaciones sugieren centrarse en el exceso de grasa más que en el peso como referencia de buena salud. Aseguran que muchos problemas asociados al sobrepeso pasarían inadvertidos si sólo se controlan los kilos de más. Hasta el momento, la manera de calcular si una persona tiene un peso saludable es a través del índice de masa corporal. Enfermedades cardiovasculares, diabetes, colesterol, hipertensión, cáncer. Todas enfermedades relacionadas con la obesidad, que ya es una pandemia a nivel mundial.

Ahora, además, recientes investigaciones estimaron que puede estar más extendida de lo que se pensaba. Es que un artículo publicado en la revista Frontiers in Public Health aseguró que en los países desarrollados hasta el 90% de los hombres adultos, el 80% de las mujeres y el 50% de los niños tienen un porcentaje de grasa corporal problemático para su salud.

Hasta el momento, la manera de calcular si una persona tiene un peso saludable es a través del índice de masa corporal, que asocia la estatura y el peso de una persona. Pero lo que ocurre es que esta fórmula no siempre ayuda a predecir si una persona va a tener problemas de salud asociados al sobrepeso. Para eso, el mejor indicador es el exceso de grasa.

El cálculo del IMC no siempre ayuda a predecir si una persona va a tener problemas de salud asociados al sobrepeso. Así lo comprobaron diversos estudios, que observaron que muchos individuos que se consideran delgados o con un ligero sobrepeso, pero que tienen un porcentaje de grasa elevado, tienen niveles de presión arterial, insulina o inflamación propios alguien con obesidad.

Así, con la medida del IMC, muchas personas con problemas pasarían inadvertidas para los médicos. Un equipo de investigadores liderado por Shang-Ping Hung, del Hospital Chi Mei en Liouying (Taiwan), observó en un grupo de mujeres de entre 20 y 26 años que el 70% de las que tenían un exceso de grasa corporal habrían pasado por sanas atendiendo sólo a su índice de masa corporal.

Los autores del trabajo que ahora publicó Frontiers in Public Health, liderados por Paul B. Laursen de la Universidad Politécnica de Auckland, abogaron para que se cambie la definición de la obesidad y no se centre en el peso corporal sino en la grasa. Como forma para hacerse una idea de si se tiene grasa en exceso es que la circunferencia de la cintura sea mayor que la mitad de la altura.

Con estas medidas, también se puso en duda la idea de que en algunos países como los Estados Unidos se está ralentizando el crecimiento de la obesidad. Allí, según las últimas estadísticas, se estima que la obesidad se estabilizó en el 35% de los hombres, pero creció hasta el 40% entre las mujeres. Sin embargo, la cantidad de personas que tiene porcentajes de grasa corporal que pueden ser dañinos para la salud sigue aumentando, afirmaron. En una estimación global anterior, calculaban que entre el 62% y el 76% de la población mundial tiene este problema. Las cifras son algo menores que las actuales porque incluían países menos desarrollados.

La idea de cambiar el foco del peso a la grasa no es nueva. Ya en 2013, un equipo de la Universidad de Navarra realizó un estudio con 6 mil personas a partir del que habían calculado que hasta un 29% de las personas delgadas según su IMC serían en realidad obesas si se atendiera a su cantidad de grasa. También calcularon que el 80% de las personas que según su IMC entran en la categoría del sobrepeso estarían obesos.

Según las referencias ofrecidas por la universidad española, una persona tiene una composición de grasa corporal normal cuando presenta un índice por debajo del 20% en hombres y del 30% en mujeres; tiene sobrepeso cuando el valor de su ecuación se sitúa entre un 20 y un 25% en varones y entre un 30 y un 35% en mujeres y se consideran obesos los hombres con un índice por encima del 25% y las mujeres con más del 35% de composición de grasa corporal.

En épocas en las que se sabe que la obesidad es responsable de al menos 11 tipos de cáncer (mama, ovario, riñón, páncreas, colon, recto y médula entre otros) y se la considera en todo el mundo un problema de salud pública, atender a las últimas recomendaciones de la comunidad científica puede ser la diferencia entre la salud y la enfermedad.

Fuente: www.infobae.com